Investigadores han descubierto que el café y el té podrían ser más que una forma de elevar los niveles de energía. El consumo regular de las dos bebidas más populares del mundo podría también proteger contra una forma de cáncer del cerebro.
De hecho, la investigación más reciente sugiere que los que beben apenas media taza de café al día podrían reducir el riesgo de cáncer del cerebro en hasta 34 por ciento. La líder de la investigación Dominique S. Michaud, del departamento de salud de la comunidad de la Universidad de Brown en Providence, dirige un equipo internacional que informa sobre el hallazgo en la edición de noviembre de la revista American Journal of Clinical Nutrition.
La idea de que el café y el té podrían proveer un beneficio acumulativo de salud a los consumidores usuales se basa en investigaciones previas que han indicado que las bebidas podrían también reducir el riesgo tanto de Alzheimer como de Parkinson. La investigación actual exploró la posibilidad de que el café y el té podrían también proteger contra el cáncer del cerebro, específicamente contra el glioma, un cáncer del sistema nervioso central que se origina en el cerebro y/o en la médula espinal.
Se extrajeron datos sobre los hábitos dietéticos de más de 410,000 hombres y mujeres entre los 25 y 70 años de edad, provenientes de la Investigación prospectiva europea sobre el cáncer y la nutrición, un estudio que incluyó participantes de Francia, los Países Bajos, Italia, España, Gran Bretaña, Grecia, Dinamarca, Noruega, Suecia y Alemania.
Los participantes fueron reclutados entre 1991 y 2000, y se les dio seguimiento durante unos 8.5 años. En ese periodo, se completaron encuestas sobre la alimentación para medir, entre otras cosas, la cantidad de té y café consumida por cada participante.
Durante el estudio, se diagnosticaron 343 casos de glioma, al igual que 245 nuevos casos de meningioma, otro cáncer que afecta el tejido que rodea al cerebro y a la médula espinal. Se encontró que el consumo de café descafeinado era muy bajo en general, mientras que los patrones de consumo de café y té variaban mucho de un país a otro. Por ejemplo, mientras los daneses (los mayores consumidores de café) bebían en promedio casi 3.5 tazas al día, los italianos (los que menos consumían) promediaron menos de media taza al día. El consumo de té fue más alto en Gran Bretaña, y más bajo en España.
Al comparar los patrones de consumo contra la incidencia de cáncer del cerebro, el equipo encontró que beber 100 mL (o 0.4 tazas) al día o más reducía el riesgo de gliomas en 34 por ciento. El efecto protector parece ser ligeramente superior en los hombres, observaron los autores, y parece aplicarse con exclusividad a los gliomas.
El Dr. Jonathan Friedman, director del Instituto del Cerebro y la Columna de Texas en el Colegio de Medicina del Centro de Ciencias de la Salud Texas A&M, describió los hallazgos como "sorprendentes". "Sin embargo, el mecanismo mediante el cual el café resulta protector se desconoce del todo", advirtió. "Aunque la cafeína en sí podría ser importante, algunos de los demás componentes comunes del café o el té podrían también resultar relevantes, como los antioxidantes naturales", señaló.
"Se necesitan estudios adicionales para confirmar estos hallazgos, y para identificar la base de la correlación", enfatizó. El Dr. John S. Yu, director del Centro para la Excelencia en los Tumores Cerebrales del Centro Médico Cedars-Sinai en Los Ángeles, dijo que el hallazgo fue "asombroso".
"Si tuviéramos un fármaco para cualquier enfermedad que pudiera demostrar una reducción de 34 por ciento en el riesgo, se considerarían un gran fármaco. El grado de reducción del riesgo es muy potente", dijo.
"Si tuviéramos un fármaco para cualquier enfermedad que pudiera demostrar una reducción de 34 por ciento en el riesgo, se considerarían un gran fármaco. El grado de reducción del riesgo es muy potente", dijo.
"En cuanto a un impacto protector específico de la cafeína, este hallazgo sigue a otras investigaciones recientes que han demostrado que beber café también se asocia con un menor riesgo de cáncer de mama", anotó Yu. "Pero incluso considerados en conjunto, aún no se ha establecido si hay una causa directa o no, [en otras palabras, si] beber cafeína reduce el riesgo de enfermedad de forma directa, o si se trata en realidad de una asociación entre otros factores concernientes al tipo de persona que beben una cierta cantidad de café y la reducción en el riesgo. Se necesitan más investigaciones para averiguarlo".
Fuentes
John S. Yu, M.D., director, Brain Tumor Center of Excellence, Cedars-Sinai Medical Center, Los Angeles; Jonathan Friedman, M.D., associate professor, surgery, neuroscience and experimental therapeutics, and director, Texas Brain and Spine Institute, Texas A&M Health Science Center College of Medicine, Bryan, Texas; November 2010, American Journal of Clinical Nutrition
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