
Los seres humanos tenemos cerumen de tipo seco o húmedo y ese tipo de cera auditiva tendría un papel clave en el olor corporal, señalaron los científicos. El cerumen seco es común en los asiáticos orientales, pero poco frecuente en los europeos y los africanos, que son mucho más propensos a tener un cerumen húmedo pegajoso. Entre las poblaciones con una frecuencia intermedia de cerumen húmedo están los estadounidenses nativos.
En el 2006, el equipo del doctor Toshihisa Ishikawa, del Instituto de Tecnología de Tokio, informó que una mutación genética en el gen ABCC11 determina el tipo de cera en el oído. De todos modos, se desconoce por qué o cómo esa mutación modifica el tipo de cerumen, comentó Ishikawa a Reuters Health.

Los resultados de esos estudios proporcionan evidencias clínicas que demuestran que la formación de G en el gen ABCC11 está muy asociada con el cerumen de tipo húmedo y del sudor con mal olor.
En el futuro, la tipificación genética de la mutación en el gen ABCC11 proporcionaría una forma de diagnosticar el sudor con mal olor, que en Japón se considera una enfermedad.
Para realizar una tipificación clínica rápida del gen, los científicos desarrollaron un método para analizar la mutación del gen ABCC11 en 30 minutos.
Para realizar una tipificación clínica rápida del gen, los científicos desarrollaron un método para analizar la mutación del gen ABCC11 en 30 minutos.
Según Ishikawa, el método de tipificación de mutaciones proporcionará una herramienta práctica para analizar la relación genética para el cerumen de tipo húmedo, el mal olor corporal y el riesgo de cáncer de pecho.
Fuente
The FASEB Journal
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